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A MODO DE PRÓLOGO
El refugio de Altavista, más allá de su interés científico, por la
relación que ha tenido con botánicos, astrónomos, geólogos y
demás científicos que han pasado por el lugar, también guarda
una parte de nuestra historia, ya que Altavista estuvo ligada
al paso y estancia de “los neveros”. Estos habitantes de la isla
subían hasta la cueva situada a unos 500 metros sendero arriba,
para extraer el hielo y transportarlo hasta La Orotava. Hoy
cuando se nombra al refugio de Altavista, todos pensamos en
un refugio de alta montaña destinado a alojar por una noche
a los montañeros que quieren hacer la ascensión del Teide en
dos jornadas, para apreciar el maravilloso espectáculo del
amanecer desde el pico del volcán. El objetivo de este libro es
hacer llegar a los lectores la historia del refugio en el marco del
interés científico que tenía la isla de Tenerife y como gracias
al espíritu aventurero de aquellos científicos, hoy disponemos
de una instalación cuyos orígenes se remontan al año 1856.
En el refugio han pernoctado visitantes con multitud de inte-
reses, desde el montañero que se prepara para alcanzar cotas
mayores hasta los turistas atraídos por el Teide. Todos ellos
comparten algo en común, pernoctar una noche en el refugio
más alto de España. El actual refugio, después de las reformas
a que fue sometido, ofrece a los usuarios unas condiciones de
comodidad adecuadas al tipo de instalación que es. No hay que
olvidar que un refugio no es un hotel, ni siquiera un albergue. Es
algo que los montañeros y aficionados a la montaña entienden.
Los usuarios del refugio tienen el privilegio de pernoctar en
una instalación que se encuentra ubicada en la montaña más
alta de España, en la tercera estructura volcánica más alta del
mundo que se encuentra formando parte del Parque Nacional
de Las Cañadas y que está sobre suelo declarado por la UNESCO
como Patrimonio de la Humanidad. Para todos aquellos que no
pueden hacer uso del refugio y disfrutar del entorno, sirva este
libro como medio para hacerles llegar no solo la historia sino un
poquito de este espacio maravilloso, aunque solo sea de forma
figurada con la lectura.
Rafael Cedrés Jorge
HISTORIA DEL REFUGIO DE ALTAVISTA | 7