Atlántico Sur – Islas Georgias, martes 18 de octubre.
Campamento Fortaleza (54º 09’ 40’’S. – 37º 04’ 50’’O.) y Campamento Esperanza 54º 09’ 30’’ S. – 37º 02’ 25’’O.)
Crónica 7, Sobre hielo (1 de 6)
Hace dos días, poco antes del atardecer, llegamos al borde noroeste del Glaciar Compass. Sobre nuestras cabezas el Tridente, con montañas que superan los 1.300m. de altitud y que fueron la primera gran barrera natural que encontró Shackleton en su búsqueda de salida hacia el sureste, en una época en la que el interior de la isla continuaba sin cartografiar.
Decidimos instalar nuestro nuevo campamento allí por varios motivos. En primer lugar nos separamos suficientemente de la gran barrera para evitar ser alcanzados por posibles aludes. Pero además, los siguientes quince kilómetros nos adentraríamos en una enorme planicie helada, tremendamente expuesta a los vientos dominantes del oeste. Así que decidimos parar antes y esperar hasta el día siguiente que en principio sería de mal tiempo y luego habría una pequeña mejoría.
Para mi sorpresa, no fue así, al día siguiente el tiempo mejoró de manera repentina. El sol lució durante buena parte de la mañana y las cumbres nevadas brillaron sobre las nubes del valle. A medio día el cielo se abrió tanto que nos permitió poner a secar algunas prendas, maltrechas por la ventisca de aguanieve de las jornadas anteriores. Incluso a media tarde pudimos ver de nuevo a lo lejos Antarctic Bay.
Aunque la llegada de esta pequeña bonanza sonaba esperanzadora, al mismo tiempo me llenaba de incertidumbre, pues de momento no se ha cumplido ningún pronóstico meteorológico y me pregunto qué ocurrirá si sucede lo contrario, es decir, si nos llega un pronóstico bueno y cambia repentinamente cuando estemos expuestos.
Juan Diego Amador.