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Un federado nos envía estas imágenes, tomadas ayer lunes 12 de octubre en la Casa de Los Atalayeros, Lomo de la Robada o Arrobada, altos de Igueste de San Andrés.

Estamos hablando de basura y también de patrimonio. Por eso es conveniente denunciar ante la opinión pública el poco tino que tienen algunos usuarios del Medio Natural, pensando que se puede dejar restos de bebidas en un lugar alejado de la civilización, cuando lo propio sería transportarlo hasta el contenedor más próximo al final de la actividad.

El dinamizador sociocultural anaguense Ruymán Izquierdo, en un artículo publicado en Planeta Canario el dos de febrero de 2019 comenta lo que sigue: Según el colectivo Atalaya de Igueste de San Andrés, hasta fechas recientes (mediados del siglo XX) el piso estaba cubierto de madera. Su entrada es amplia, en el pasado tuvo una puerta de doble hoja y posee un aljibe en su exterior. Con seguridad data de finales del siglo XVIII o principios del XIX. Próxima a esta edificación, también se conserva un muro semicircular de piedra, que se cree también sirvió de refugio para la observación.

Por otro lado, constatar como nuestro patrimonio material, como en este caso la también llamada por los montañeros veteranos “Casa de Las Pulgas”, al igual que El Semáforo de Igueste, edificación única en su género, se vayan deteriorando sin que seamos capaces de conseguir su protección.

Aparte de denunciarlo públicamente y enviarlo a la autoridad competente en estos casos, lo compartimos con #pasasinhuella para su difusión.

Chano Gil
Vocal de Medio Ambiente (FIMT)

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