El Cabildo de Tenerife, a través del área de Medio Ambiente, y el Gobierno de Canarias, por medio de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial, han inaugurado el jueves 20 de mayo de 2010, el sendero accesible de Agua García, en Tacoronte. Esta actuación ha supuesto una inversión de 243.000 euros, de los cuales el cincuenta y ocho por ciento ha sido aportado por la Corporación insular y el restante cuarenta y dos por ciento por el Ejecutivo regional.
El acto ha contado con la presencia del presidente del Cabildo, Ricardo Melchior; el consejero de Medio Ambiente, Wladimiro Rodríguez; el director general del Medio Natural del Gobierno de Canarias, Francisco Martín, y el alcalde de Tacoronte, Hermógenes Pérez. La actuación se enmarca dentro del convenio suscrito entre el Cabildo, el Gobierno de Canarias y la Federación Canaria de Montañismo que tiene por objeto recuperar y rehabilitar los senderos y caminos tradicionales forestales y que cuenta con un presupuesto de unos 6,5 millones de euros.
El sendero tiene una longitud de 860 metros (ida y vuelta) y está ubicado en Agua García, junto al Barranco de Toledo, en Madre del Agua, en la zona de monteverde mejor conservada de Tacoronte. El sendero tiene un ancho variable entre 2,5 y 4 metros y comienza junto al Centro de Interpretación del Bosque de Agua García y su tiempo de recorrido estimado está entre los 30 y los 60 minutos.
La actuación se divide en cuatro tramos. En los dos primeros se ha realizado un ensanchamiento, junto a la barrera de acceso, que permitirá la llegada de vehículos con personas discapacitadas. Las obras han consistido en la compactación del terreno con realización de pendiente transversal para evitar la formación de charcos, colocación de barandilla sobre muro existente, recogida de agua del talud y área de descanso.
En el tercer tramo, el sendero continúa con bordillo guía y recogida de agua en el lado izquierdo y barrera de protección en el lado derecho y se contempla un área de descanso con panel interpretativo. Se ha pavimentado en hormigón pigmentado para permitir el tránsito de silla de ruedas y tiene un revestimiento en mampostería la caseta de galería para favorecer su integración en el paisaje. Finalmente, en el cuarto tramo se llega a un área intermedia de descanso y desde ahí se continúa hasta el final de la intervención. El bordillo termina su función y una zona pavimentada da acceso a una gran explanada rodeada de bosque.
Desde los primeros metros, las personas caminarán bajo la bóveda del bosque, al margen del barranco de Toledo, donde existe hay más fresco debido a la humedad existente. Gracias a esa humedad existen ejemplares de viñátigo conocido como ‘de la cuna’, situado en el margen derecho. A continuación, el sendero dibuja una curva cerrada, a partir de la cual el entorno cambia notablemente. La vegetación se abre y el recorrido se torna más luminoso. Este paisaje acompañará al visitante hasta el final del tramo de ida, donde encontrará un área equipada con bancos y descansaderos.
Fuente: www.diariodetenerife.info