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Astrid García: “Queremos que la mujer montañera no se quede en casa, que salga, que tenga interés en seguir formándose y que pueda superar los obstáculos que se lo impiden”

Tras advertir una serie de carencias en los deportes de montaña con respecto a la participación femenina, un grupo de mujeres decidió indagar, analizar y estudiar su participación en dichos deportes a partir de los datos que se publican anualmente por parte de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada, así como del Consejo Superior de Deportes. Un seguimiento que daría vida al Club de Montañeras Adebán. Hablamos con Astrid García, socia fundadora y responsable de la comunicación de este club pionero en España.

La detección de una serie de carencias en los deportes ligados a la montaña nos ha llevado a un grupo de mujeres vinculadas con la Jacetania, en el Pirineo Oscense, a fundar el que es el primer club de montaña promovido por mujeres. A través de Adebán queremos ofrecer una nueva fórmula para poder realizar actividades montañeras en un entorno mayoritariamente femenino.

Cuando registramos Montañeras Adebán en abril del 2018 se nos informó desde el Registro de Asociaciones de Aragón que éramos el primer club de montaña en la Comunidad Autónoma dirigido por mujeres. Desde entonces ya se están formando otros grupos como La Muyerada que ha nacido en diciembre de 2019 en Gijón. Antes que nosotras ya existían Neskalatzaileac de Vitoria en escalada, o Bicikume en ciclismo. En montaña parece ser que no había habido otras más osadas que nosotras, como una vez nos dijeron.

¿Cuándo y cómo se forma Montañeras Adebán?

Montañeras Adebán nace tras unos encuentros impulsados en el 2017 por la Vocalía de Mujer y Montaña de la FAM (Federación Aragonesa de Montaña), para la que era titular de la vocalía, y con carácter deportivo-formativo y dirigidos de manera exclusiva a mujeres.

En estos encuentros, en los que se practicaron modalidades muy variadas de disciplinas ligadas al montañismo, como de esquí de montaña, la escalada y el descenso de barrancos, la participación fue en aumento y tuvieron la peculiaridad que, de manera espontánea, las participantes compartieron experiencias, sentimientos y la vivencia personal de cada una en su trayectoria como deportista, montañera, madre, trabajadora…

La conclusión a la que llegamos fue que existía una forma diferente de vivir la actividad montañera. Nos encontramos con mujeres con ganas de salir más a la montaña y que especialmente coincidían en que querían hacerlo con otras mujeres. Tanto los inicios, muy ligados a oportunidades generadas en relaciones con chicos, o las dificultades evidentes de la época de crianza, o las cargas familiares como el cuidados de familiares, marcaba límites a la hora de practicar la actividad. De hecho es una realidad que las licencias federativas femeninas descienden de manera evidente en la edad que coincide con la crianza (datos obtenidos a través de la FAM).También nos afectó ver cómo las chavalas en la edad adolescente dejan el deporte. Creemos que esa inercia hay que pararla si queremos tener cada vez mayor número de aficionadas. Es en ese periodo en el que encontramos el gran talento que puede ir madurando con una vida montañera.

Todo ello hizo que se impulsara este proyecto con la idea de visibilizar a la mujer en la montaña en todos los ámbitos, deportivo, profesional, social, etc. Así, en abril de 2018 creamos el Club Montañeras Adebán, dirigido por “mujeres” y en el que todas las personas independientemente del género son bienvenidos.

¿Quiénes sois las principales impulsoras del proyecto?

Somos un equipo principal de siete mujeres que componemos la junta directiva, presidencia y vicepresidencia, secretaria, tesorera y tres vocalías, cargos que están reservados a la mujer, para alterar la media imperante.

El impulso del proyecto tuvo lugar un 5 de diciembre tras bajar del Moncayo. Entonces, unas 11 personas manifestamos nuestro deseo de que lo que hoy es el club viera la luz. El acta que hicimos tuvimos que completarla con un montón de datos que en el entusiasmo de la situación olvidamos, y por ello, finalmente, siete de nosotras suscribimos el nuevo documento que nos sirvió para registrarnos.

Formamos un equipo de trabajo en el cual confluye la experiencia y la juventud, así como el conocimiento de los deportes de montaña que aporta una u otra. No puede faltar una alta dosis de formación en materia de género.

Cada una lleva a cabo sus cometidos desde su ciudad o localidad, y tenemos un espacio en red que hace posible acceder a este trabajo. Las decisiones las solemos tomar por acuerdo unánime.

Nuestra presidenta, Arantxa Ortega, es INEF, suele practicar esquí de montaña en invierno y alpinismo en verano. La Vicepresidenta, Jara Lacadena, es la estratega de marketing y representante en la localidad donde tenemos el domicilio social, Jaca. Nuestra Tesorera, Andrea Tiñena, domina la escalada y barrancos como sus especialidades más importantes, y la Secretaria, que está a punto de dar a luz, es nuestra referencia en escalada. Tres vocalías a sumar a la estructura anterior nos permite atender la organización y puesta en marcha de las actividades con Blanca Izuel y Teresa Tiñena.

Por deportes, en esquí de montaña yo misma logré titularme como voluntaria de club el año pasado, última ocasión en que se convocaron los cursos de la FAM que habían estado parados por más de 10 años. Y por cierto, no me lo pusieron nada fácil porque como era de esperar no tenían reglas coherentes con la posible participación de una mujer. Por ejemplo, no contemplaban en las pruebas de acceso la proporcionalidad en el peso a portear en relación al peso de cada persona.

En senderismo contamos con un conjunto de voluntarias formadas como son Belén Valiente, Pilar Chueca, Estela Callejero, Rebeca Gómez, Raquel Val, Lourdes Arana y Marta Remírez de Esparza. Este año ha sido una pena porque desde marzo no hemos podido poner en marcha actividades de club que generan mucho movimiento intercomunitario ya que nuestros soci@s son de muy variadas localidades y comunidades autónomas.

Las redes de comunicación las atendemos varias personas vía twiter (María Villa) y Facebook e Insta (yo misma), para lo que la gran masa social nos envía constantemente material informativo o generador de nuestro sentido de la montaña en femenino. Entre todas nosotras vamos creando la dinámica de nuestro club.

¿Cuáles son los principales objetivos que tiene el club actualmente?

Planteamos acciones desde una perspectiva de igualdad de género con refuerzo de la mujer para que ésta, en términos generales, tenga la posibilidad de subir de nivel y que no sean casos contados con los dedos de una mano los que estén “on top” en los deportes de montaña. Hay que hacer cantera y evitar los abandonos de la afición en los periodos de adolescencia.

Queremos crear referentes, y por ello en la formación y “guiajes” los realizamos con mujeres profesionales o voluntarias de club. Nos interesa crear demanda de mujeres en profesiones ligadas a deportes de montaña y a la vida en la montaña para cambiar inercias de estigmatización laboral y que a su vez la sociedad tenga también mujeres cuya opción de vida ha sido la montaña. El crear referentes y demostrar que somos tan válidas como nuestros compañeros hará que, poco a poco, la mujer se integre plenamente en las actividades lúdicas y profesionales.

De hecho, hemos montado un grupo de voluntarias del club que guían en senderismo, btt, en actividades de montaña para peques, etc. Esto es todo un hito ya que lo común es que las secciones de cualquier género de los clubes la lleven los chicos. Ese paso atrás que normalmente retiene a la mujer aquí lo queremos neutralizar, a la vez que fortalecemos la confianza de tantas mujeres que tienen mucho que aportar para el grupo.

Queremos empoderar a la mujer montañera, que no se quede en casa, que salga, que tenga interés en seguirse formando y que pueda superar los obstáculos que se lo impiden, por eso intentamos idear las actividades cubriendo todos los flancos que limitan a la mujer, cobertura de movilidad desde varios puntos de la geografía próxima a nuestras áreas de actividad que principalmente es el Pirineo, hijos a cargo, cómo organizarnos con eso, horarios, material, información…

¿Es un club íntegramente femenino o pueden participar hombres?

No qué va, ni muchísimo menos. De hecho estamos creciendo más en la incorporación de chicos que de mujeres. En estos momentos el socio representa un 21% del total de asociados en nuestro club. Creemos que gusta nuestra manera de hacer las cosas. Hay deporte, hay nivel, pero también hay compromiso en sacar actividades por nosotras mismas y nuestros socios masculinos son uno más y saben dejarnos hacer sin tomar el liderato espontáneamente. Son respetuosos con nuestro modelo, no hay macho alfa.

¿Qué tipo de montaña hacéis? ¿Qué actividades principalmente?

Nos gusta tocar todos los deportes que cubre nuestra federación. Digamos que el club ha sido un catalizador de mujeres que se apasionan por la montaña en sus diversas disciplinas o simplemente como un estilo de vida.

Entre nuestra gente hay nivel de alpinismo, esquí de montaña, btt, escalada, barrancos, carreras por montaña, pero también hay base social tranquila que practica senderismo.

Desde la organización del club proponemos actividades específicas de cada deporte con el fin de que aquellas personas que sean más practicantes de una u otra modalidad puedan conocerse y surja entre ellas, de forma espontánea, más actividades de ese tipo.

Lo que hace una puede inspirar la actividad de otra otro día. Por ello nos informamos y creamos redes que están funcionando de forma increíble. Es como si por fin existiese en un entorno en donde una mujer puede crecer, compartir su reto, su cima… Estas redes están creciendo y son controladas al 100% por las socias. Es impresionante la cantidad de información y habilidades que compartimos.

Hasta ahora, para una mujer no era tan fácil acceder a información sobre picos o vías preguntando a otra mujer. Leías reseñas asépticas y parecía que no estaban hechas para nosotras. Como siempre, el menor tiempo que hemos podido dedicar al ocio lastra nuestro conocimiento del medio y la práctica deportiva. Pero, le estamos dando un giro a eso. El cómo lo ve, describe y traslada la experiencia una mujer montañera a otra es la clave del éxito. Al final, hablamos el mismo idioma.

¿Qué futuro veis a la participación de la mujer en la montaña?

Somos muy optimista porque, afortunadamente, estamos inmersos en un proceso de incorporación de la mujer a todos los estratos de la vida social, económica y deportiva. Desde marzo de 2007 tenemos una ley orgánica que quiere garantizar la igualdad efectiva entre hombres y mujeres y que regula cuestiones de las que estamos hablando en el club. Esta ley es sistemáticamente incumplida por las federaciones deportivas, a la vista está sus cuadros de dirección. En Aragón, además, tenemos la Ley de Igualdad de Oportunidades entre hombres y mujeres, aunque desciende en materia de deporte y detalla medidas que no consiguen llevarse a cabo.

En montaña solo una federación es dirigida por mujeres, y tampoco es habitual encontrar presidentas, ni siquiera líderes femeninos de secciones de clubes de montaña. La montaña es un ámbito más donde deben abrirse las puertas. Fortalecer al sector femenino en la gestión y dirección es básico, siendo indispensable que se integre la perspectiva femenina. Hay una carencia prácticamente total en toda la estructura que soporta lo que es el montañismo hoy en día.

Desde nuestro punto de vista hay que tomar acciones positivas porque no es posible que de 0 se pase a 100, o que de 0 se pase a un 40% en cuanto a representación de mujeres en todos los ámbitos de gestión, dirección, profesionalización, participación en competición, etc. Hablo del 40% que sería lo deseable según se diseña el Consejo Superior de Deportes, que ha decidido que es indispensable que se incorporen más mujeres y contar como mínimo con cuatro mujeres o un 40% de representación femenina en la Junta Directiva u órgano similar.

Países con mayor tradición montañera y sociedades más igualitarias con una educación en esta línea desde edades muy tempranas, que no estigmatizan deportes entre hombres y mujeres, cuentan en la actualidad con unos ratios de mujeres en profesiones ligadas a la montaña muy superiores a los que encontramos aquí.

Afortunadamente, hay ya gente muy consciente de esta situación, y que nosotras queremos destacar, y es por ello que ya se intuye que la nueva candidatura a la presidencia de la FEDME con Alberto Ayora busca conseguir una estructura paritaria que integre a la mujer federada en todos los estamentos federativos, desde técnicos, a deportistas y profesionales. Desde el club estamos poniendo nuestro granito de arena para que lo que consideramos un objetivo de nuestro club se haga una realidad.

Fuente: eldiario.es (ver más…)

 

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