Los glaciares europeos retroceden, se deshielan, desaparecen poco a poco conforme las temperaturas suben y, paralelamente, la Línea de Equilibrio Glaciar (LEG), el horizonte donde las pérdidas y las ganancias de hielo se compensan –y los glaciares se mantienen–, se sitúa cada vez a mayor altitud. No es un fenómeno exclusivo del continente, sino que se produce a escala mundial: también se deshielan las superficies glaciadas del Himalaya, Groenlandia y la Antártida. Lo que ocurre es que en Europa va más rápido y en los Pirineos, donde persisten los últimos glaciares ibéricos, la situación es terminal: en 2050 este paisaje será solamente un recuerdo, según todos los escenarios climáticos (leer más…)