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Los escaladores Jaume Peiró y Álex González reflexionan sobre la aventura y el cambio climático, contando con los testimonios de Alex Txikon, los hermanos Pou o Cecilia Buil.

Las temperaturas bajan y los días cada vez son más cortos. Ello anuncia la llegada del invierno en el hemisferio norte…. o eso creíamos.

El 21 de diciembre cambiamos de estación, dejando atrás el otoño para recibir con ansias la bajada de temperaturas que iba a hacer posibles nuestras actividades invernales. A escasos días de que termine este invierno 2019-2020, podríamos decir, con total seguridad, que ha sido una temporada muy mala para todos los que buscamos saciar nuestra sed de aventura en la nieve y el hielo.

Enero de 2020 ha sido el más cálido desde 1880.

El cambio climático cada vez está más presente. Los inviernos se van acortando y las temperaturas suben sin control. Enero de 2020 ha sido el más cálido desde 1880, quizá algo con lo que tendrá que ver el ser humano. Incendios sin precedentes, ciclones devastadores, disminución continua del hielo marino y continental… son hechos constatados que deberían hacernos ver la realidad de la situación en la que nos encontramos. Igual que para contener la expansión del coronavirus, también depende de todos nosotros que la temperatura mundial vaya o no en aumento.

En los Alpes, por ejemplo, la superficie glaciar se ha reducido entre un 30-40% desde 1850. La Mer du Glace, el mítico glaciar de las laderas del Mont Blanc, pierde entre 3 y 4 metros de espesor cada año. En el Himalaya, corre el agua por donde debería haber hielo. El nivel de los mares sube sin descanso por el deshielo de los casquetes polares…

Todos estos datos contrastados con estadísticas y estudios internacionales justifican las malas condiciones que nos hemos encontrado a la hora de llevar a cabo actividades invernales de escalada y alpinismo en la montaña este año.

La temporada no empezó mal. A finales de noviembre calentábamos motores en la norte del Almanzor, en Gredos, siendo la primera repetición de la temporada. También hemos buscando hielo que pinchar en distintas partes de España (Benasque, Bielsa…) y de Europa [Les Ecrins (Alpes Marítimos), Cogne (Alpes italianos), Chamonix…] , esperando que hubiera muchas cascadas formadas. Pero nos encontramos con todo lo contrario. Es más, solo pudimos escalar cascadas en Cogne (Italia) y en la mayoría de ellas no pudimos llegar hasta el final, debido a la mala calidad del hielo existente o, directamente, a que no lo había, así como a la sobrepoblación de escaladores, dado que solo había formadas unas pocas líneas.

Sin embargo, no podemos decir mucho sobre si es algo novedoso o se viene produciendo habitualmente, por lo que hemos optado por racabar el testimonio y la opinión de varios montañeros expertos para saber si estamos ante un ejemplo más de lo que puede estar suponiendo el cambio climático en función de su experiencia de otras temporadas:

“Ha sido un año inusual. No ha sido un invierno especialmente duro, incluso todo lo contrario: muy poca precipitación. Cuando ha nevado ha sido fuerte, pero esto ha ocurrido en muy pocas ocasiones durante la temporada. Que recordemos nosotros, para hielo de fusión ha sido de las peores, pero bueno, es cierto que las caras norte han estado en bastantes buenas condiciones, diría incluso que mejor que en otros años por esto mismo, es decir, gracias a que ha precipitado poco, y ha habido mucho anticiclón, lo que nos ha permitido disfrutar de ellas en buenas condiciones.

Nosotros hemos aprovechado esta circunstancia para hacer actividad este invierno en Pirineos. Pero lo que ha llegado a nuestros oídos es que las condiciones han sido generalmente malas en casi todos los sitios. Probablemente el cambio climático este famoso tenga algo que ver en todo ello.

Diríamos que desde que tenemos uso de razón, en general hace mucho menos frío; nieva bastante menos y los inviernos cada vez son más cortos.”

“La temporada la he visto desastrosa. Yo ni recuerdo ni había visto una temporada así nunca, la verdad. Para el hielo ha sido terrible pero de cara al alpinismo hemos encontrado condiciones excepcionales en lugares puntuales, típicas de la primavera y se han podido hacer cosas que en un invierno normal hubieran sido muy complicadas.

Precisamente por esas condiciones de poca precipitación de nieve durante dos meses y que ha hecho mucho calor, en Pirineos, actividades que se hacían normalmente en abril o a finales de marzo, se están haciendo en enero y en febrero. En Alpes ha sido algo parecido: han habido buenas condiciones para algunas vías, pero en cambio para el hielo ha sido una pena de año. No ha habido prácticamente nada.

Esta temporada me fui a la costa este de Canadá y EEUU, que por lo menos allí siempre hay hielo, pero también ha sido una temporada en la que han tenido muy pocos días de frío de verdad; de ese que te impide escalar a gusto; de esos 20, 25 o 30 grados bajo cero que suelen tener en enero y febrero.

En el Pirineo el problema es que estos últimos años tenemos temperaturas bajo cero durante muy pocos meses. Así que si viene un invierno como el de este año, ya sabemos lo que nos vamos a encontrar.

Y realmente lo que más me asusta es eso, que llegue el momento que tengamos un invierno sin invierno. Esto hace que desde luego salten las alarmas de todos a los que nos gustan los deportes invernales, tanto por la falta de condiciones para ellos, como por la falta de abastecimiento de agua que puede suponer para el resto del año y para el verano, que miedo dá cómo será.”

“Las altas temperaturas han provocado que la escalada en hielo se haya limitado mucho. Ha habido muy pocas cascadas para hacer y todas muy altas y con grandes aproximaciones. La tendencia es esta, el hielo desaparece. Contraria situación la que ha vivido el alpinismo: muy buenas condiciones para hacer corredores y caras nortes. En los Alpes cada vez habrá menos cascadas, al final lo que vamos a tener que hacer es adaptarnos, abandonar un poco el hielo y viajar fuera, Noruega, Canadá… Nos tocará centrarnos en escalar en roca, abandonar el hielo pirenaico e ir en busca de condiciones para escalar en hielo hacia el ártico.

Al final es culpa de todos, es lo que hay. Lo tenemos que asumir y adaptarnos a los nuevos tiempos.”

“Está claro que el cambio climático ha causado estragos. Con respecto a los intentos anteriores al Everest invernal, recuerdo que no corría el agua hasta principios de marzo y este año corría en todo momento. Al principio caían piedras a causa de un viento mucho más intenso y luego fuertes nevadas…Un tiempo de locos.

En Himalaya están cambiando las condiciones… En enero, que casi siempre hay una ventana, este año no la ha habido.”

Como hemos visto, el cambio climático llega hasta las montañas más altas de la Tierra. El calentamiento global azota los Pirineos, los Alpes, el Himalaya… El derretimiento de los glaciares podría dejar inundaciones por el aumento del caudal, producir ensanchamientos en las grietas glaciares o grandes desprendimientos de seracs. Está claro que de seguir así se dificultará mucho la escalada en hielo e, incluso, futuras expediciones al techo del mundo, sin hablar de las sequías y fenómenos climatológicos con el poder destructor de los grandes ciclones y huracanes, las DANA en España o los incendios descontrolados como los de Australia o California. Tenemos que empezar a hacer más por intentar evitarlo.

POR COUPLE CLIMBERS – JAUME PEIRÓ Y ÁLEX GONZÁLEZ

Fuente: Revista Oxígeno (leer más…)
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