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Hace poco me llegaron, a través de un chat de guías de escalada, unas fotos que hacían referencia a un accidente por caída de piedras. Las fotos no son muy agradables, pero sí necesarias para reflejar una realidad no exenta de riesgo en cualquier zona del mundo donde se practica la escalada.

Las caídas de piedras son más frecuentes de lo que parece, pero en su mayoría sin consecuencia, ya que la trayectoria de las piedras, muchas veces por el extraplomo de la propia pared, no se dirigen a la base de las vías. En esta ocasión no fue así, de mil piedras que caigan con una nos vale.

Una piedra que cae no diferencia de estilos y nuestra cabeza no es más fuerte si estamos practicando escalada deportiva en nuestras escuelas habituales.

Estamos muy habituados a ver en las revistas especializadas, que el uso del casco se restringe a las grandes paredes y vemos como escaladores de elite escalan sin casco en las vías más duras. Es mera estética y comodidad.

Cuando se equipa una vía, el equipador limpia toda piedra suelta o potencialmente inestable. Hay que entender que la pared está viva y que, el paso del tiempo, los cambios bruscos de temperatura y las filtraciones de agua por las grietas, entre otros, generan procesos erosivos naturales que disgregan las rocas y generan la formación de suelo.

En esta ocasión el compañero que bajaba del descuelgue tocó unas rocas sueltas en su vertical, estas se movieron y sólo fue capaz de agarrar las que pudo, avisó de la caída de pierdas, pero una se le escapó, con tan mala suerte que, a pesar de ser la más pequeña, impactó en el compañero que le aseguraba.

Aun llevando puesto el casco, el impacto le fisuró el cráneo y le rompió unos dientes. Este escalador gracias al uso del casco salvó su vida. Constatando, que es tan importante el casco para el que escala como para quien le asegura.

Todos los cascos que hay en el mercado se rigen por normativa EN y pasan los ensayos de impacto y de penetración.

En el caso de exigencia de absorción de impacto, debe ser menor o igual a 10KN por caída de un objeto de 5 Kg a 2 metros de altura y en el caso de penetración, una exigencia de penetración menor o igual a 5KN a una distancia de 1 metro.

Como vemos son exigencias mínimas en laboratorio y distan mucho de la realidad de una pared de muchos metros, las variables son infinitas.

No es mi intención alarmar pero aunque seamos escaladores bien formados y dominemos las técnicas de seguridad, hay situaciones que se nos escapan de las manos, como podemos deducir.

Desde la Vocalía de Escalada de la Federación Insular de Montañismo de Tenerife (FIMT), recomendamos encarecidamente el uso del casco en todas las modalidades de escalada.

Siempre comprometidos con la formación e información.

Enrique Fox Vocal de Escalada.

 

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