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¿Qué pasa con el Refugio del Teide?

Acabo de regresar de caminar por las montañas asturianas, por algunos de los senderos más espectaculares de España, junto a otros que podemos encontrar en lugares como los Pirineos o la misma Canarias. En Tenerife o en La Palma, sin ir más lejos. Los senderos del Parque Nacional del Teide representan un foco de atracción para las cerca de 300.000 personas federadas en montaña en nuestro país. En todos los espacios de montaña relevantes de España encontramos refugios de montaña. No son hoteles con encanto, son lugares espartanos para recuperar fuerzas, para refugiarte ante las inclemencias meteorológicas, para pasar la noche antes de continuar la marcha, bien hacia la cima, bien hacia el valle. Previenen accidentes, dan seguridad a los miles de hombres y mujeres que se adentran en la naturaleza y cooperan con los grupos de rescate en el pronto auxilio a los accidentados.

Después del confinamiento por el Covid-19, en el verano de 2020, la practica totalidad de estos equipamientos abrieron al publico con las lógicas restricciones para evitar contagios que todos conocemos y, por supuesto, se llenaron. En este año transcurrido no hay brotes detectados en estos equipamientos en la naturaleza, como se puede comprobar con facilidad.

He mencionado la práctica totalidad, exceptuando tristemente Tenerife y el Refugio del Teide, al que habría que añadir el Albergue de Anaga. Los dos dependientes del Cabildo de Tenerife, gestionados por empresas públicas o semipúblicas, a través de encomiendas de gestión. En el caso del Teide, posiblemente sea el refugio de España con mayor porcentaje de ocupación a lo largo de todo el año, es decir, se trata de un equipamiento estratégico y fundamental para garantizar no sólo la seguridad de los montañeros sino también para reducir el impacto ambiental de las miles de personas que recorren el camino de Lomo Tieso, con estación termino a 3.718 metros, el techo de España. A ninguno se nos escapa que la cima del Teide ha sido, es y será un objetivo deseado por millones de deportistas de toda Europa.

Pues bien, la situación a día de hoy, pleno mes de julio, es que el Refugio continúa cerrado a cal y canto, sus trabajadores permanecen en ERTE, en total incertidumbre ante su futuro. Los montañeros deben plantearse la ascensión directa hasta la cumbre, sin posibilidad de una parada intermedia a 3.270 metros, como han hecho decenas de miles de senderistas y montañeros desde que el astrónomo Piazzi Smyth junto unos primitivos muros de piedra en 1856. A lo largo de toda su historia miles de personas han sido auxiliadas y rescatadas por los guardas del Refugio y por los equipos de rescate de la Guardia Civil (Greim), Cecoes y Bomberos de Tenerife. Yo mismo he sido testigo de ello en numerosas ocasiones, con locales y foráneos. En resumen, ha evitado muchos accidentes por cansancio y por ende, muchas muertes y, por ello, se trata de una infraestructura esencial para la seguridad en nuestra montaña de referencia y su cierre indefinido, sin explicaciones, no es de recibo.

En enero de este año, la Federación Tinerfeña de Montañismo expresó de forma oficial –en representación de más de 7.000 practicantes de actividades de montaña en Tenerife– su preocupación por el incierto futuro de este equipamiento y aún no ha recibido respuesta. Además cuenta con el apoyo explícito de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (Fedme), que comparte asimismo la representatividad sobre 268.000 federados en toda España. Es decir, se trata de sociedad civil, de entidades privadas que tratan de dialogar con la Administración, en un tema importante y no encuentran ni respuesta ni interlocutor.

Para terminar, no se acaba de entender que el propio Cabildo de Tenerife fomente –por un lado– el desarrollo rural ligado a los deportes de montaña y el uso público respetuoso en nuestros espacios naturales, más allá del sol y la playa, y –por otra parte– la misma institución abandone una infraestructura señera y básica para el conocimiento de la naturaleza más relevante que alberga esta isla. Esperamos y deseamos que esta situación cambie y se reconduzca lo antes posible, por el interés común y por la mayor seguridad en la cima de España.

Fuente: eldia.es

Fuente: Enlace a noticia Web FIMT

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