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Las cuentas del Parque reservan 18.000 euros para ese documento, mientras que el Principado analizará el funicular de Covadonga

Si en la Ruta del Cares existe un exceso de visitantes es un debate recurrente sobre el cual tratará ahora de arrojar luz un estudio. Los presupuestos del Parque Nacional de los Picos de Europa contemplan para 2022 una partida de 18.150 euros consignados a la elaboración de un «estudio de capacidad acogida». Al discurrir la popular ruta por territorio de Asturias y León, a la Administración asturiana le corresponderá aportar 10.262,01 euros de la cuantía, mientras que a la leonesa los 7.887,99 restantes. La elaboración de esos estudios aparecía ya contemplada en el borrador del plan rector de uso y gestión (PRUG) y será la Ruta del Cares la primera zona en someterse a un análisis del cual se puede derivar «el establecimiento de cupos que garanticen los objetivos de conservación y protección, adecuando el número de visitantes a dicha capacidad y a la zonificación establecida», según recogía el mismo borrador del PRUG.

Un estudio de capacidad de acogida marca, por definición, el nivel máximo de visitantes que una zona determinada puede soportar al día garantizado el menor impacto ecológico y la mayor satisfacción posible de los usuarios. En el caso de la Ruta del Cares, su tirón ha ido creciendo hasta llegar a convertirse en la senda ‘estrella’ del Parque Nacional. En lo que va de año, según los datos del espacio protegido a los que ha tenido acceso este periódico, accedieron a la ruta por Poncebos, en Cabrales, un total de 98.369 personas y salieron 75.492. En Caín, en León, las cifras fueron de 93.390 y 76.147 senderistas, respectivamente. En el caso del acceso asturiano, la media diaria de entrada es de 318 personas y la de salida de 243. Sin embargo, en el detalle por meses queda patente el componente estacional de esa ruta, con picos en verano, fines de semana y puentes festivos. Este agosto se llegaron a superar las 1.600 personas diarias, una tendencia que se repite cada verano, con jornadas de 2.000 senderistas antes de la pandemia.

El volumen de afluencia se traduce en problemas de tráfico y acumulación de coches mal aparcados, una problemática que Principado y Ayuntamiento atajaron mediante un plan de transporte con parada en Poncebos y que, tras una primera prueba en 2020, se implantó a diario esta última temporada estival.

Más allá de la Ruta del Cares, el de la movilidad es un quebradero de cabeza que se extiende a más zonas de los Picos de Europa, como Covadonga y los Lagos.

Acceso a los Lagos

Para esos focos del turismo se plantean también estudios de cara al próximo año, en su caso vía presupuestos del Principado. Las cuentas autonómicas -que aún deben ser aprobadas- contemplan una partida de 5.164 euros para un «estudio de viabilidad del remonte mecánico a Covadonga». El proyecto para dotar al santuario de un funicular fue retomado ya en 2018 por el entonces consejero de Infraestructuras, Fernando Lastra. Hace tres años, el Gobierno autonómico llegó a anunciar que transportaría 1.200 pasajeros a la hora y que se habilitarían 1.200 plazas de aparcamiento en la finca de Les Llanes. La estimación pasaba entonces por invertir 12 millones de euros a través de un modelo de colaboración público-privado, pero la idea no se llegó a ejecutar.

Otro de los estudios de movilidad que atañe a los Picos es el de «alternativas multimodales del acceso a los Lagos». A él se consignan en las cuentas del Principado para 2022 un total de 6.900 euros. Dicho estudio ya fue adjudicado en 2019 por un importe de 71.329 euros, pero hasta la fecha el resultado no ha sido hecho público.

La meta era «determinar la alternativa óptima de acceso colectivo» a los Lagos de Covadonga y entre las opciones se barajaba desde el actual transporte por carretera a «ferrocarriles» y el «transporte por cable». Sin embargo, el borrador del Prug del pasado año cerraba la puerta a proyectos como el del tren cremallera en esa zona de los Picos.

Fuente: elcomercio.es

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