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Día Internacional de las Montañas 11 de diciembre

Día Internacional de las Montañas 11 de diciembre

Montañas, esas joyas naturales que debiéramos atesorar

Las montañas albergan el 15% de la población mundial y aproximadamente la mitad de la reserva de la diversidad biológica del mundo. Además, suministran agua dulce para más de la mitad de la humanidad. Su conservación resulta clave, tal cual especifica el Objetivo 15 de los ODS.

Sin embargo, se encuentran fuertemente amenazadas por el cambio climático y la sobreexplotación. A medida que los glaciares de montaña se derriten, los habitantes de las alturas —entre los más pobres del mundo— afrontan mayores dificultades para sobrevivir a causa de los desastres naturales.

A todo ello hay que sumar el hecho de que dicho derretimiento a una velocidad sin precedentes amenaza el suministro de agua dulce de millones de personas.

Este problema es cosa de todos. De ahí que debamos reducir la huella de carbono y cuidar este tesoro natural.

Este creciente interés acerca de la importancia de las montañas llevó a la Asamblea General a declarar 2002 como Año Internacional de las Montañas, factor que impulsó que, en 2003, se celebrase el primer Día Internacional.

Sin embargo, el principal hito se remonta a 1992, cuando el documento “Ordenación de los Sistemas Frágiles: Desarrollo Sostenible de las Zonas de Montaña” (capítulo 13) fue incluido en el Programa 21, un plan de acción sostenible promovido por Naciones Unidas.

Fuente: Web de Naciones Unidas

Semáforo de Anaga, historia y memoria

Semáforo de Anaga, historia y memoria

Este documental ha sido realizado y producido por el colectivo Semáforo de la Atalaya, con las intervenciones de Mari Carmen León Rodríguez, licenciada en Historia; Luis García Rebollo, Capitán de Navío, antiguo comandante Naval de Tenerife; Carlos Pallés Darias, Arquitecto; Juan Govea, Empresario de Turismo Activo y Viajes. Además del interesante testimonio de algunos vecinos de Igueste.

 

La delgada línea entre la escalada y la anorexia

La delgada línea entre la escalada y la anorexia

El seleccionador español, David Maciá, pide ayuda para luchar contra los trastornos de conducta alimentaria

 

Cuando el pasado 7 de noviembre la escaladora francesa Julia Chanourdie se convirtió en la tercera mujer en alcanzar el 9 b de dificultad (para una escala que empieza en el cuarto grado y finaliza, de momento, en el 9 c), una parte del mundo de la escalada, la de los entrenadores, técnicos, nutricionistas y psicólogos, lo celebró por partida doble. Chanourdie escogió una vía llamada Eagle4, y su elección impresionó a Adam Ondra, considerado el mejor escalador del momento, el primero en alcanzar el 9 c. “Normalmente, las chicas escogen vías de resistencia, largas, pero Julia ha escogido una ruta muy explosiva, técnica, que exige mucha fuerza y movimientos brutales”, explicó el checo. El físico de Julia Chanourdie va en consonancia con la exigencia de la vía: se trata de una mujer de 24 años con una estructura morfológica muy atlética, imagen que rompe con la que exhiben ciertas escaladoras y escaladores que muestran una delgadez terrible.

David Maciá es el seleccionador español de escalada, uno de los pioneros en la planificación del entrenamiento para escaladores y técnico personal de Alberto Ginés, el único representante español en el estreno de la escalada en los próximos Juegos de Tokio. “Si te fijas en Alberto, su cuerpo es atlético. Claro que está delgado, pero también bien musculado, no diríamos que es una pluma”, observa Maciá, quien se ha propuesto alcanzar desde ya mismo un nivel de tolerancia cero hacia los trastornos de conducta alimentaria: es la guerra contra la anorexia y la bulimia. “Hay más escaladores y escaladoras con serios problemas a la hora de relacionarse con su peso de lo que creemos. Mi mensaje es que no vamos a tolerar que se juegue con la salud, pero no puedo hacerlo solo: necesito la ayuda de otros profesionales para hacer bien las cosas. Primero, hay que formar bien a los técnicos deportivos para que sepan a qué se enfrentan, pero también considero que debemos contar con un pilar médico consistente, en el que tenga cabida la figura del psicólogo, la del nutricionista, la del fisioterapeuta…”, añade Maciá.

El polaco Voytek Kurtyka no solo fue uno de los alpinistas más impresionantes de la historia, sino que destacaba igualmente cuando solo escalaba en roca. Según confesó recientemente, se pasó media vida debatiéndose entre dos opciones: perder peso para escalar mejor, o ganar músculo (luego peso, pero también fuerza) para alcanzar el mismo propósito. No llegó a una conclusión definitiva, seguramente porque no tuvo la fortuna de rodearse de nutricionistas y especialistas en el rendimiento. Josep Font, psicólogo del deporte en el Centro de Alto rendimiento de Sant Cugat, resume de esta manera el debate sobre el peso: “De la mano del departamento de fisiología y nutrición trabajamos en base a este principio con los deportistas de alto nivel: si comes adecuadamente en función del nivel de gasto energético que llevas a cabo, acabas teniendo el cuerpo que toca tener”.

La alavesa Irati Anda fue campeona de España de escalada en 2006, 2007, 2008 y, de nuevo, en 2015. Competía asimismo en el concierto internacional. Irati era capaz de tener el cuerpo que tocaba durante la temporada, pero una vez finalizada cogía “hasta 12 kilos de peso en tres semanas”. Hoy, a los 38 años, se prohíbe tener una báscula en su casa y asegura haber reflexionado mucho acerca del vía crucis que padeció. “Hacía cosas que no tenían ni pies ni cabeza, como apenas comer cuando no me entrenaba, o comer a escondidas, sentirme culpable todo el tiempo. El entorno en el que me movía demonizaba la ingesta de ciertos alimentos, las figuras más redondas, y me hacían mucho daño los cuchicheos que oía”, explica. Irati es, también, bertsolari, es decir, compositora y cantante capaz de improvisar batallas dialécticas en euskera siguiendo unas reglas concretas de rima y métrica. En uno de sus bertsos, Irati escribió que “quería subir hasta lo más alto”… pero no hay límite para esto. Licenciada en Educación Física, la escaladora alavesa invirtió mucho para convertirse en profesional, para alcanzar la excelencia. “El hambre me despertaba por las noches, y casi podía sentir cómo mi organismo se devoraba a sí mismo, y era una sensación grata. Después, entrenaba seis horas al día y siempre me sentía débil, pero adoraba entrenarme. En paralelo, mi ansiedad estaba desbocada. Ahora que he parado y que he podido mirar con perspectiva, me pregunto si no hay una manera de aprender que no sea a porrazos”, cuenta. Una fractura de muñeca dejó a Irati frente a su espejo: “Estuve dos meses sin salir de casa, comiendo y viendo películas. Busqué la ayuda de una psicóloga que me ayudó a entender la obsesión que tenía con el rendimiento”. Ahora solo escala cuando realmente le apetece.

La cultura del éxito

En el CAR de Sant Cugat se induce al deportista a aprender a comer con criterio para que acabe componiendo sus dietas. “Y son criterios bastante poco restrictivos para que no se genere la ansiedad: así pagamos un precio menor a nivel fisiológico y emocional. También intentamos desenfocar a los deportistas del puñetero peso. Hay una gran mentira: el rendimiento depende del peso. Claro que hay una relación, pero el éxito depende de muchas otras cosas. Cuando todo se focaliza en el peso, se fomenta la obsesión y alguno escoge atajos directos para adelgazar”, denuncia Font.

David Maciá reconoce que en muchas competiciones se encuentra con escaladores que “parecen anoréxicos”, pero denunciarlo no es sencillo. Josep Font aclara que cuando se encuentra un “deportista que no come, debe evaluar si su conducta es o no patológica”. “Un deportista minucioso, que se controla perfectamente y que logra mantener su peso no es patológico. El problema es cuando el sujeto pierde peso pero no se contenta y dice: puedo perder más”.

rati Anda trabaja para la asociación de bertsolaris de Álava así como para un programa del Gobierno vasco que le lleva por las escuelas de la comunidad autónoma explicando a los pequeños su caso, qué es ser deportista de élite, cómo se pagan los errores, qué es el ego, qué significa buscar el éxito. No rehúye su culpabilidad, pero también señala los límites de la cultura del éxito mientras sigue buscando a los que siempre estaban en los éxitos y ahora han desaparecido.

El problema del entorno y el peligroso mensaje de “estás gordo”

Josep Font, psicólogo del CAR de Sant Cugat, pide cautela a la hora de etiquetar los trastornos de conducta alimentaria, porque “no todos son anoréxicos o bulímicos”. Y, a la hora de anticiparse, traza una línea: “Un error es que se tiende a prejuzgar el deporte en sí y no el entorno del mundo deportivo. El deporte no es un desencadenante, no predispone al trastorno de conducta alimentaria. Lo que sí es un desencadenante son los valores y los mensajes erróneos que se difunden en el entorno”, observa Font.

El psicólogo deportivo advierte además de una confusión y de un mensaje peligroso: “Hay ciertos deportes que exigen que el individuo vigile, controle su composición corporal, pero eso no es su peso. Su peso es un indicador externo de esa composición corporal. Suele suceder que según qué deportes se dan unos requerimientos para buscar el alto rendimiento (porcentajes grasos, porcentajes musculares) tal y como lo calculan los médicos. Estos indicadores de porcentaje de grasa corporal y de masa muscular no los controla el sujeto, pero el sujeto sí puede controlar el peso, lo que dice la báscula. Si los mensajes que se dan a los deportistas no son adecuados (hay ciertos deportes donde existe la cultura de estar muy fino y donde circulan mensajes peligrosos: tienes que comer menos, estás gordo), se anima a que el deportista busque atajos para alcanzar los parámetros corporales deseados en lugar de hacer bien las cosas”.

Fuente: Diario Digital El País

Las lecheras siguen su ruta

Las lecheras siguen su ruta

El recorrido por el tradicional Camino de Santa Cruz a La Laguna se mantiene, aunque la pandemia condiciona la marcha

La ruta por el recuperado Camino de Las Lecheras es ya una tradición cuando comienza diciembre. Se mantiene en este extraño 2020, un año marcado por la pandemia del coronavirus. El próximo martes 8 se cumple el sexto aniversario de la ruta que lleva de una Iglesia de La Concepción, la capitalina, a otra, la de Aguere. En esta ocasión, a la inversa que en 2019, se irá desde Santa Cruz hasta La Laguna. Con la misma ilusión de siempre, pero con un número limitado de participantes y estrictas medidas de seguridad.

En ocasiones anteriores han participado en este reto cientos de personas que han disfrutado de una ruta atractiva para rememorar aquellos tiempos difíciles en que se recogía la leche de las cuadras de los Valles para acercarlas a las grandes urbes de la Isla. Interesante, tanto desde el punto de vista medioambiental como histórico y antropológico. Pero este año, según comenta Chano Gil, presidente y fundador de la entidad organizadora, Montañeros de Nivaria, “hemos de ajustarnos a la normativa de seguridad y limitarlo a 40 personas en dos grupos de 20”.

“También tenemos que reivindicar, añade Chano, la recuperación del camino en el tramo del Barranco de Carmona, desde su inicio en el centro de Valle Jiménez hasta La Degollada de Los Horneros, junto a La Cancelilla, uno de los caminos que usaron las lecheras en su día para transportar su valioso producto”. Aparte de que, explica, “también era una de las vías de paso de muchos vecinos, hoy sorprendidos e indignados por su cierre con una valla”.

Reivindicación

Gil valora: “Es necesario llegar a un acuerdo y recuperar dicho tramo”. Siempre, aclara, “con el respeto a los derechos de los dueños de las fincas colindantes con el camino, pero a la vez con la defensa firme de la posibilidad de paso para el resto de propietarios, los vecinos del lugar y los caminantes”.

Sigue siendo también parte importante de esta iniciativa de senderismo, el respeto y el cuidado del Medio Ambiente, “en un momento en que el planeta continúa viviendo una crisis climática profunda”, resume Chano Gil. Por eso son fundamentales este tipo de gestos por la sostenibilidad.

La Covid-19 limita la participación por grupo a veinte personas. Habrá dos, es decir cuarenta, y aparte irán otras quince mujeres vestidas de lecheras por diferentes puntos del recorrido. Con el equipo de la organización, serán sesenta en total los que recorrerán de nuevo el Camino de las Lecheras. Esta vez con mascarillas y respetando la distancia de seguridad.

caminarán desde la Iglesia de la Concepción en Santa Cruz al templo de La Concepción en La Laguna. Debido a las restricciones habrá una salida única desde la capital con parada en Valle Jiménez para refrescarse y continuar camino de Aguere. El tentempié se servirá “con escrupuloso respeto a las medidas de higiene” señala Chano Gil. El día anterior, el lunes 7, tendrá lugar una novedosa visita a una lechería en la zona de La Manzanilla. “Reducir, reciclar y reutilizar son lemas a seguir hoy por cualquiera que se precie de respetar el Medio Ambiente”, apostilla Chano. Y remata: “En nuestro tiempo libre, dejar el coche en casa, usar el transporte colectivo y hacer senderismo”. Pura filosofía del Camino de Las Lecheras

Fuente: Diario Digital «El Día»

125 aniversario del Semáforo que colocó en el mapa a Igueste de San Andrés

125 aniversario del Semáforo que colocó en el mapa a Igueste de San Andrés

El colectivo Semáforo de La Atalaya estrena hoy un documental sobre la primera estación electrosemafórica de Canarias

Un documental elaborado por el colectivo Semáforo de La Atalaya, que dinamiza el inquieto estudioso Javier de Vega y que, entre otras aportaciones, cuenta con la sabiduría de María del Carmen de León, se estrena hoy coincidiendo con el 125 aniversario de la entrada en funcionamiento del Semáforo de Igueste de San Andrés.

Se trata de la primera estación electrosemafórica que existió en Canarias, un vestigio del pasado tecnológico con tal relevancia que logró colocar al referido núcleo en los mapas de la época, según explica Javier de Vega, quien aspira a que los proyectos que se realizaron para el cuidado y la promoción de dichas instalaciones hace un año no queden en saco roto.

“El Semáforo de Igueste fue en su época el actual Silicon Valley, por su relevancia en el mundo de las comunicaciones: acercó el telégrafo a Anaga y obligaba a los barcos que se dirigían a América a aproximarse para comunicar con su armador, antes de continuar su ruta; era el último punto de España antes de seguir el trayecto”. El promotor del colectivo recuerda el barco y la estación compartían un alfabeto a través de un sistema de banderas hasta la llegada de la línea telegráfica, que conectaba con la antigua cantera de La Jurada. “Quizás hoy no somos conscientes de la importancia que suponía para los armadores de los barcos saber que todo estaba perfecto antes de seguir hacia América”, añade Javier de Vega.

Tal día como hoy, en 1895, entró en servicio el Semáforo de Igueste con la puesta en marcha del cable telegráfico, de gran relevancia cuando se hundió el vapor francés Flachat, en 1898. Aunque fallecieron 77 pasajeros y tripulantes, la mediación del Semáforo de Igueste –que pidió ayuda a la Comandancia– permitió el rescate de veinticuatro personas que iban a bordo. Recuerda Javier de Vega que el barco encalló por una fuerte tormenta de calima sahariana, lo que provocó que perdiera visibilidad y acabara entre rocas en las playas de Anosma, que se localizan entre Antequera y Taganana.

Este centro de comunicación de la época fue referente, también, como el último punto con el que conectó en España la escuadra con el almirante Pascual Cervera y Topete, que fue derrotada cuando iba en defensa la antigua colonia española de Filipinas.

Junto al componente histórico, Javier de Vega alimenta su pasión por Igueste de San Andrés, que forma parte de su genética.

En 1900, el abuelo de Javier, natural del pueblo La Vega de Paz, en Cantabria, fue destinado a la escuela infantil de Igueste de San Andrés, donde se establecería. Allí conoció a una joven que, a la postre, se convirtió en su esposa, unión de la que nacieron cuatro hijos; entre ellos, Isaac de Vega, premio Canarias de Literatura en 1988 y tío de Javier, impulso del colectivo que pone en valor el Semáforo de Igueste de San Andrés.

Entre los actos conmemorativos para celebrar la efeméride, hoy se estrena en el canal de Youtube de la asociación el documental que mostrará parte de la historia que ha recopilado en los últimos cuatro años. El próximo 11 de diciembre se ofrecerá, también por el mismo canal, una entrevista con María del Carmen León Rodríguez, licenciada en Historia y con vínculos familiares en Igueste de San Andrés, todo un referente para conocer la relevancia de este centro de comunicación.

Luis García Rebollo, capitán de Navío, antiguo comandante naval de Tenerife y escritor sobre temas marítimos e históricos, así como Miguel Ángel Noriega, geógrafo y gran conocedor de los Semáforos en España, también compartirán entrevistas su conocimiento para poner en valor el Semáforo de Igueste de San Andrés.

Fuente: Revista El Día

Los hermanos Pou, premio Sociedad Geográfica La Exploradora por sus Expediciones Antológicas

Los hermanos Pou, premio Sociedad Geográfica La Exploradora por sus Expediciones Antológicas

«Hoy en día nos sentimos mucho más que montañeros y este premio es un bonito reconocimiento a toda esta trayectoria»

Los Hermanos Pou han recibido la medalla anual de la Sociedad Geográfica La Exploradora por el Viaje del año 2019.

«Expediciones de Antología», así describe la sociedad de Vitoria las iniciativas de los Pou: «El año 2019 estuvo plagado de expediciones de antología al haber abierto 10 vías de escalada de dificultad en macizos de todo el mundo. Sus escaladas han sido en estilo alpino, escalada libre y non-stop, en cordilleras tan importantes como los Picos de Europa, Pirineos, Atlas, Andes, Himalaya o Patagonia”.

Los mismos Iker y Eneko definen el año pasado como el mejor de su carrera: «Tienes que tener mucha determinación y también mucha suerte, para que en un mismo año consigas hacer semejante actividad, por eso estamos convencidos que 2019 es nuestro mejor año tanto en calidad como en cantidad.

«El premio quiere ser un reconocimiento a este esfuerzo, no ya solo por lo realizado en 2019, sino por la larga carrera de exploración alpina que Eneko e Iker han llevado a cabo tanto en el campo del alpinismo, como del esquí extremo y de la escalada”, afirman desde La Exploradora.

«Salvando las distancias- que son grandes- es continuar el legado de los grandes exploradores del siglo XIX y XX. La verdad es que hoy en día nos sentimos mucho más que montañeros y este premio es un bonito reconocimiento a toda esta trayectoria”
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